Localizado un asteroide troyano en órbita de la Tierra

San Joaquín de Flores, 13 de marzo de 2022

 Astrónomos de la Universidad de Alicante y del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona, (España), utilizando telescopios del Observatorio Interamericano en Cerro Tololo (Chile), de NOIRLab, han ratificado el tamaño y la trayectoria de un asteroide compañero de órbita de la Tierra: el asteroide troyano 2020 X5.

Al escanear el cielo del amanecer, muy cerca del horizonte, uno de los telescopios del Observatorio Interamericano Cerro-Tololo, dentro del programa de NOIRLab de la NSF, ha ayudado a los astrónomos que lo seguían a confirmar la existencia del segundo asteroide troyano terrestre conocido y a determinar que tiene más de 1 kilómetro de diámetro, unas tres veces más grande que el otro y único conocido hasta ahora.

El NOIRLab (Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja) de la NSF es el Centro de Investigación y Desarrollo para la Astronomía óptica e infrarroja nocturna. La Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés) es una agencia federal independiente creada por el Congreso de USA en 1950 «para promover el progreso de la ciencia, promover la salud, la prosperidad y el bienestar nacional, asegurar la defensa nacional…»

Los resultados de la exploración realizada confirmaron que 2020 XL5 es un asteroide troyano terrestre, compañero de la Tierra que orbita el Sol a lo largo del mismo camino que nuestro planeta y el mayor de los dos conocidos hasta ahora.

Órbita del asteroide troyano 2020 XL 5

Credit: NASA/JPL-SSD

Asteroides troyanos 

Los asteroides troyanos son los que comparten órbita alrededor del Sol con algún planeta girando en torno a los puntos de Lagrange de su órbita. Lospuntos de Lagrange son regiones gravitacionalmente equilibradas alrededor de dos cuerpos masivos, como el Sol y uno de sus planetas. El sistema Tierra-Sol tiene cinco puntos de Lagrange: L1 está entre la Tierra y el Sol; L2 está en el lado opuesto de la Tierra al Sol; L3 está en el lado opuesto del Sol desde la Tierra; y L4 y L5 están a lo largo de la órbita de la Tierra: uno 60º por delante de nuestro planeta a lo largo de su órbita y el otro 60º por detrás: la anterior imagen muestra sus posiciones. Los asteroides troyanos terrestres se encontrarían en L4 o L5. Los dos troyanos terrestres encontrados hasta ahora están en L4.

El planeta que tiene mayor número de asteroides troyanos es Júpiter con más de 5.000 troyanos conocidos: la nave espacial de la NASA llamada Lucy se lanzó recientemente en una misión para explorarlos. También se sabe que Venus, Marte, Urano y Neptuno tienen asteroides troyanos. En el caso de la Tierra, hasta ahora solo se conocía al asteroide troyano 2010 TK7 de un diámetro aproximado de 400 metros que acompaña a la Tierra en su órbita alrededor del Sol desde el punto de Lagrange L4 del sistema Sol-Tierra.

2020 XL5 fue descubierto el 12 de diciembre de 2020 por el telescopio Pan-STARRS1 de Hawái: un telescopio de exploración para objetos cercanos a la Tierra. Actualmente lleva identificados más de la mitad de estos objetos espaciales, mayores de 140 metros de diámetro. Pan-STARRS1 también es muy eficiente en el descubrimiento de nuevos cometas, con una lista de más de la mitad de todos los localizados cada año, desde el 2014.

El asteroide 2020 XL5 es mucho más grande que el primer troyano terrestre descubierto, denominado 2010 TK 7 (de 400 metros de diámetro) en octubre de 2010 por astrónomos de la Universidad de Athabasca (Canadá). Los investigadores determinaron que 2020 XL 5 tiene aproximadamente 1,2 kilómetros de diámetro.

Cuando se descubrió el 2020 XL5, su órbita alrededor del Sol no se conocía lo suficientemente bien como para decidir si era simplemente un asteroide cercano a la Tierra, que cruzaba su órbita, o si era un verdadero troyano. Las mediciones del telescopio SOAR, del Observatorio de Cerro-Tololo, fueron tan precisas que el equipo de la Universidad de Alicante (España) dirigido por el astrónomo Santana-Ros, pudo confirmar al 2020 XL5 en imágenes de archivo tomadas como parte del Estudio de Energía Oscura usando la cámara entonces empleada, cuando fueron realizadas en el periodo de 2012 a 2019. Con casi 10 años de datos disponibles, el equipo pudo mejorar enormemente la comprensión de la órbita del asteroide 2020 XL5. Otros estudios posteriores han respaldado la identificación de este asteroide troyano, verificando esa clasificación en cuanto a su órbita y tamaño.

“Los datos de SOAR nos permitieron hacer un primer análisis fotométrico del objeto, revelando que 2020 XL5 es probablemente un asteroide de tipo C, con un tamaño mayor a 1 kilómetro”, dijo el doctor Santana-Ros. “Un asteroide de tipo C es oscuro, contiene mucho carbono y es el tipo de asteroide más común en el Sistema Solar”. Esta clase de asteroides de tipo C es la más común y suman alrededor del 75 % de los asteroides conocidos.

Los datos analizados mostraron que 2020 XL5 no será un asteroide troyano terrestre para siempre. Permanecerá estable en su posición durante al menos otros 4.000 años, pero, con el tiempo, su trayectoria será perturbada gravitacionalmente por la masa de la Tierra y escapará de su órbita para vagar por el espacio profundo.

Los puntos de Lagrange

Puntos de Lagrange

Credit: Equipo científico de la NASA/WMAP

Es posible que los asteroides troyanos 2020 XL5 y 2010 TK7 no sean los únicos, podría haber muchos más troyanos terrestres que hasta ahora no han sido detectados, ya que aparecen cerca del Sol en el cielo, lo que dificulta su visión. Las búsquedas y las observaciones de asteroides troyanos terrestres deben realizarse cerca del amanecer o al atardecer, con el telescopio apuntando cerca del horizonte, a través de la parte más espesa de la atmósfera, lo que da como resultado condiciones de visibilidad deficientes. El telescopio SOAR solo pudo apuntar hasta 16º sobre el horizonte, mientras que muchos telescopios de 4 metros, o mayores, no pueden apuntar tan bajo. 

Estas fueron observaciones muy desafiantes, que requirieron que el telescopio rastreara correctamente en su límite de elevación más bajo, ya que el objeto estaba muy bajo en el horizonte occidental al amanecer”, dijo el doctor Cesar Briceño de NOIRLab.

Sin embargo, el logro por descubrir asteroides troyanos terrestres es muy importante: debido a que están constituidos de material primitivo, que data del nacimiento del Sistema Solar, podrían contener algunos de los componentes primigenios que formaron nuestro planeta, por lo que son objetivos atractivos para futuras misiones espaciales. 

Si somos capaces de descubrir más troyanos terrestres, y si algunos de ellos pueden tener órbitas con inclinaciones más bajas, podrían resultar más baratos de alcanzar que nuestra Luna”, dijo el doctoro Briceño. “Por lo que podrían convertirse en bases ideales para una exploración avanzada del sistema solar, o incluso podrían ser una fuente de recursos.”

La minería espacial es la que tiene por objeto explorar las materias primas de los asteroides y planetoides (o planetas menores), incluidos la de objetos cercanos a la Tierra. Los minerales y los compuestos volátils de los objetos espaciales pueden ser extraídos y procesados para proporcionar la construcción de estructuras con esos materiales (hierro, níquel, titanio, etc.), con ello también se podría extraer el agua y el oxígeno necesarios para sostener la vida de los astronautas exploradores en el espacio, así como el hidrógeno y el oxígeno indispensables para su uso como combustible para cohetes. En la exploración del espacio, a estas actividades se les conoce como la utilización de recursos “in-situ” o ISRU.

 José Mª Moreno Ibáñez

A.C./19.52

Referencias:

https://noirlab.edu/public/news/noirlab2205/

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