San Joaquín de Flores, 9 de febrero de 2.022
La NASA pondrá fin, para el año 2.030, a la vida de la Estación Espacial Internacional.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció el compromiso de la Administración Biden-Harris de extender las operaciones de la Estación Espacial Internacional (ISS) solo hasta el año 2030. Después pretenden abandonar la Estación para que se destruya en su rentrada a la atmósfera y caiga sobre el océano Pacífico en una zona remota conocida como “Point Nemo”, a principios de 2031.
La Estación Espacial Internacional (ISS) es un laboratorio único en la historia de la Humanidad que está procurando enormes avances científicos, educativos y tecnológicos, para beneficio de todos y está desarrollando nuestra capacidad de viajar al espacio profundo.
La ISS es un ejemplo de colaboración entre las mayores agencias espaciales internacionales: la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de USA (NASA), la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), la Agencia Espacial Canadiense (CSA) y la Agencia Espacial Federal de Rusia (Roscosmos) para la investigación científica, pionera en su género, como único laboratorio en órbita de la Tierra.

La Estación Espacial Internacional
Credit NASA
Una estación espacial es una construcción de ingeniería astronáutica diseñada para realizar actividades en órbita de la Tierra con diversos fines científicos. Se distingue de una nave espacial tripulada en cuanto carece de un sistema de propulsión principal y de medios para su aterrizaje.
El programa de la ISS nació de un acuerdo entre las propuestas de USA con su proyecto “Freedom”, iniciado en 1980 como una estación espacial tripulada permanente en la órbita terrestre, y la propuesta de la estación espacial Mir-2 concebida por Rusia con objetivos similares. La ISS es la novena estación espacial tripulada de la historia. Inicialmente lo fueron: la Salyut, la Almaz y la Mir (antes soviéticas, ahora rusas) y la Skylab estadounidense. La propiedad y uso de la estación espacial se establece mediante tratados y acuerdos intergubernamentales entre los países participantes. Hasta la fecha, han visitado la ISS 244 astronautas de 19 países distintos, excluyendo a China, aunque esta sea una de las potencias espaciales más importantes. China construyó, y tiene en activo desde el 2021, una estación espacial propia: la Tiangon.
Veinte años de servicios
La ISS es del tamaño de un campo de fútbol: 100 metros de largo por 80 metros de ancho, y pesa 455 toneladas. Es el objeto artificial más grande en el espacio cercano del sistema solar y el mayor satélite en órbita terrestre baja, regularmente visible a simple vista desde la superficie de la Tierra, manteniendo una órbita con una altitud media de 400 kilómetros, mediante maniobras de refuerzo utilizando los motores del módulo de servicio ruso Zvezda o de algunas naves terrestres visitantes. Da la vuelta a la Tierra cada 93 minutos (aproximadamente), completando 15,5 órbitas diarias. A fecha del mes de febrero de 2.022 llevaba en órbita 23 años, 2 meses y 19 días, de los cuales, algo más de 21 años estuvo ocupada por alguna tripulación.
La órbita terrestre baja, o LEO, donde se mueve la ISS, es una órbita alrededor de la Tierra, entre los 150 a 2.000 km., donde radican muchos de los satélites que están operativos, viajando a una velocidad de, alrededor, los 27.400 km/h.
En estos 20 años de servicio, el costo de esta mega-construcción espacial (la más compleja que haya emprendido la Humanidad en su historia), según datos publicados, ha llegado a alcanzar los 150 mil millones de $, cumpliendo muy ampliamente con todos sus objetivos iniciales.

La Estación Espacial Internacional.
Credit NASA
Recientemente, el actual administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció el compromiso de su Administración, de extender las operaciones de la ISS hasta el 2.030 y seguir trabajando con los socios internacionales. Hasta el momento no ha habido una declaración conjunta al respecto de todos los socios.
Al mismo tiempo, NASA comunicó tomar medidas para garantizar una transición exitosa de las operaciones espaciales a los servicios comerciales. Esto significa un cambio total de la estrategia de gestión de las actividades a desarrollar en la ISS en el futuro, pasando de ser de naturaleza pública a privada. Según la información facilitada, se hará una transición a los servicios comerciales oportunos: se darán los pasos necesarios para desarrollar tanto el lado de la oferta como el de la demanda en el mercado comercial de la órbita terrestre baja, así mismo se asumirán los pasos técnicos y el presupuesto necesario para realizar esta transacción. No hay que olvidar que, en el fondo, una corporación privada siempre defenderá, antes que otros, los intereses particulares.
Una jubilación bien merecida
El director de espacio comercial en la sede de la NASA, Phil McAlister, en un comunicado, dijo: “El informe que hemos entregado al Congreso describe, en detalle, nuestro plan integral para garantizar una transición sin problemas a los destinos comerciales después del retiro de la Estación Espacial Internacional en 2.030”
Según comunica la NASA, el objetivo será convertirse en uno de los muchos clientes de estos proveedores de destinos comerciales, comprando solo los bienes y servicios que la agencia necesite. Los destinos comerciales, junto con la tripulación comercial y el transporte de carga, proporcionarán la columna vertebral de la economía de la órbita terrestre baja después de que se retire la Estación Espacial Internacional.
La ISS, debido a sus muchos años de actividad, ha requerido frecuentes trabajos de mantenimiento, algunos de ellos de dificultad elevada, tanto exteriores como interiores, incluso, ha estado en varias ocasiones en situación de riesgo de impacto por los desechos espaciales, o basura espacial. En los ámbitos científicos y técnicos, se ha llegado a la conclusión de que, actualmente, es necesario su reemplazo.
En diciembre pasado la NASA otorgó un total de 415,6 millones de $ a varios equipos comerciales, para comenzar a trabajar en el desarrollo de conceptos de estaciones espaciales comerciales adecuadas para la órbita terrestre baja.
Según los planes en estudio, hacia finales de 2.030, una tripulación estaría a bordo de la ISS durante los meses iniciales de la operación de “Salida de órbita”, pero las últimas etapas se ejecutarían de forma remota después de la marcha de la última tripulación. En ese momento la ISS se convertiría también en basura espacial.
La basura espacial es un término para designar a los objetos artificiales que ya no tiene servicio en el espacio, principalmente en la órbita terrestre baja, y que ya no cumplen con una función útil.
Réquiem por un coloso
Los controladores terrestres manejarían el descenso de la estación, como un desecho más, hacia un área del Océano del Pacífico Sur conocido como “Point Nemo”: el «cementerio de las naves espaciales”, para que se sumergiera y se hundiera en las profundidades marinas. Esto sucedería a principios de 2031.

“Point Nemo”.
Credit: Timwi
“Point Nemo” es un lugar situado entre Nueva Zelanda y la costa de Chile, a 1.670 millas de distancia de la tierra más cercana. Más de un centenar de objetos espaciales desmantelados ocupan ese vertedero, en el que se encuentran, entre otros, fragmentos de satélites y de la estación espacial Mir.

La Estación Espacial Internacional
Credit NASA
Sin entrar en consideraciones políticas o económicas, las decisiones tomadas plantean varios escenarios que sería necesario que las autoridades científicas competentes pudieran analizar, antes de llevar a cabo determinaciones arriesgadas sobre la ISS:
1º.- Se han tomado decisiones unilaterales sobre una obra de ingeniería emblemática para la Humanidad, para clasificarla, finalmente, como basura espacial de futuro.
2º.- En su rentrada asistida a la atmósfera, parece imposible que se pueda controlar la trayectoria de los más de 22.000 objetos espaciales catalogados como basura espacial, los cuales generan semanalmente cientos de alertas de impacto sobre los satélites espaciales en activo. Luego, la ISS pasaría por un riesgo evidente de impacto.
3º.- Una vez que vaya aumentando su velocidad de caída, se irá disgregando en todos sus elementos que generarán, cada uno de ellos, trayectorias parecidas de descenso, pero no idénticas, con lo cual sus puntos de impacto sobre el océano serán distintos.
4º.- La Estación Espacial Internacional es una obra de ingeniería excepcional, hasta ahora el mayor logro de la Humanidad; un conjunto, no solo de metales y plásticos, sino también de fluidos, líquidos y gases, algunos de ellos de alto riesgo. El considerarlo todo ello como basura espacial para arrojarla a un vertedero en medio del Océano Pacífico Sur, es un acto de negligencia medio-ambiental y de grave agresión a la Naturaleza.

La estación espacial desde la “SpaceX Cargo Dragon” durante su aproximación automática antes del acoplamiento.
Crédito: televisión de la NASA
¡Salvemos a la ISS!
Por otro lado, una preocupación crucial en la Astronomía es qué hacer con los desechos espaciales generados. Para intentar solucionar esto, el Laboratorio de Torneos de la NASA (NTL) acaba de convocar el Desafío del Mecanismo de Desecho de Residuos de la NASA, con una bolsa de premios de $ 30.000, buscando soluciones para desechar de manera segura y efectiva los residuos espaciales no reciclables.
Esta es una magnifica ocasión para desarrollar una operación de alta tecnología y ciencia, donde los grandes mecenas espaciales puedan exponer sus conocimientos, para traer al suelo a la ISS, montarla de nuevo en superficie, declararla monumento planetario y dejarla en exposición para disfrute de propios y ajenos. Con ello se salvaría a la Estación Espacial Internacional de un deshonroso futuro.
El mayor logro que puede alcanzar la Humanidad no es el económico. La ISS demostró que es el del conocimiento.
¡Salvemos a la ISS!
José Mª Moreno Ibáñez
AC 19.52
Referencias:
https://www.nasa.gov/feature/nasa-provides-updated-international-space-station-transition-plan